¿A poco no?…todo mundo espera el año nuevo porque de alguna manera vemos esta época como el cierre de muchas cosas y la oportunidad de comenzar de nuevo…un pizarrón en blanco en donde mágicamente podemos “resetearnos” y plantearnos resoluciones o propósitos, un plan de acción para tratar de ser mejores personas, mejores profesionistas, mejores hijos o mejores PADRES y de pronto estamos peor que como empezamos, frustrados por no cumplir con nuestras propias expectativas o por abandonar ese compromiso que hiciemos porque nos pusimos la «vara muy alta», porque nuestros propósitos son imposibles de seguir, porque no tienen pies ni cabeza y porque son POCO REALISTAS: Me voy a ganar la lotería, nos vamos a ir a Disney aunque tenga las tarjetas sobregiradas, seré la mejor mamá del mundo, talla 5 y tendré la cocina de Andy Benavides… (¡ah no, verdad jaja!)
Y hoy te quiero compartir este ejercicio que me resulta muy sano, no solo en Año Nuevo, sino cada vez que tengo oportunidad de evaluar el terreno en donde estoy pisando y en cómo es la relación con mi esposo e hijos:
- Darles tiempo de calidad a mis hijos: Ser una madre PRESENTE en todos los sentidos…fomentar más actividades con mis hijos…no solo como familia, sino tiempo individual con cada uno de ellos.
- Hablar menos, escuchar más, sobre todo ahora que mis mayores están pisando la adolescencia…escuchar lo que me dicen con su voz y con aquello que su cuerpo dice pero que ni ellos saben poner en palabras. (Se va a poner interesante esto).
- Dejar este maldito celular…irónico lo sé…pero mis hijos no tienen que competir mi atención con las redes sociales, con el chisme y los memes. (obviamente también aplica para ellos y su XBOX #guiñoguiño).
- Estar más comprometida con eventos y grupos escolares. ¡Fuertes declaraciones! Involucrarme en los eventos de las mamás del colegio, participar y convivir más. (aunque a veces sienta que es un mundo muy diferente al mío )…de alguna manera es importante para mis hijos y pues…quizá ya sea tiempo.
- Gritar menos… ¡oh oh! Cuando mis hijos estén poniendo a prueba mi nivel de paciencia…intentar (in-ten-tar), no perder la calma, y si la pierdo…tomar mi tiempo fuera, no gritar o no herir con mis palabras.
- Dormir más y poner más orden en la rutina de sueño: Creo que desde pandemia hemos sido muy desorganizados en este sentido…y eso se ve reflejado en como fluimos en nuestro día a día. El sueño importa
- Ser más consiente (no solo de dientes para afuera), que no puedo hacer todo yo sola, que mi casa no estará “inmaculada” si no involucro a todos. Es tiempo de redefinir nuestro sistema de responsabilidades en casa.
- Salir más en las fotos familiares, porque lo mío es tomar foto, soy la mamarazzi de mis hijos y mi esposo… y aunque usted no lo crea le saco la vuelta a estar delante de la cámara, pero en verdad quiero tener más recuerdos con ellos.
- Ser más expresiva y mostrar más amor a mi familia.
- Reorganizar rutinas, no casarme con ellas, pero si probar cual es la dinámica que mejor está funcionado para nosotros…
- Buscar más tiempo con mi esposo, sin platicas de niños, pendientes, pagos o responsabilidades.
- Aunque ya les contaré en mis resoluciones personales…este punto se ve va de largo siempre…TENER TIEMPO PARA MI, y quitarme de la cabeza que dormir más de 5 horas, estar en el baño sola, sentarme a comer o tomar una taza de café todavía caliente es una actividad de autocuidado, cuando debería ser un derecho universal para toda madre jajaja
No se tú, pero mi familia -mis hijos-, son lo más importante como para que no sean parte de mis propósitos de año nuevo y aunque obviamente tengo mis propias resoluciones personales que involucran un crecimiento personal y profesional…el cómo MATERNO influye mucho en mi desenvolvimiento y desarrollo en otras esferas.
¿Cómo ven? ¿Cuál sería una resolución realista que una madre debería de hacer?
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