Para muchas de nosotras la maternidad representó un ajuste fuerte en nuestras vidas, cambio de hábitos, costumbres e intereses; Dejar en pausa un posgrado, una tesis, noches de cartas con las amigas, salidas al cine a solas con tu marido, apapachos semanales y compras compulsivas. …y de pronto te preguntas ¿quién es ésta mujer? ¿quién soy yo además de ser la mamá de…?
Y es cuando te das cuenta que necesitas que la mamá y la mujer coexistan en armonía y sin protagonismos. Que tus hijos sepan orgullosos quién fuiste, quién eres, qué es lo que te apasiona, cuáles son tus causas, qué disfrutas vivir la vida, reír sin censura y aprender cada día…
Y esta cabrón, porque siento que la M de madre se apoderó de mi hace 15 años. Y aunque mi identidad anterior ya no está porque se fue moldeando, hace tiempo me di a la tarea de recuperarme y rescatar esa parte que tenía muy escondidita de mi propia esencia…porque esa con todo y 3 críos, la casa, el caos, la rutina, las canas y los kilos de más ….siempre seguirá intacta.
¿Te has sentido aplastada por la M de mamá?
Deja una respuesta