Hay una frase que siempre me ha llamado la atención que dice: “Ámame cuando menos lo merezco, porque es cuando más lo necesito”, e inmediatamente me entra la angustia si mis hijos se han sentido así…y es que muchas veces parece que entre tanto que traemos en la cabeza lo olvidamos y puede que nuestros niños sientan que nuestro amor está “condicionado” a que se porten bien, a qué tengan sus cuartos ordenados, a que tengan buenas calificaciones…y cuando fallan en algo, se rompe algo… se van alejando, tienen temor de hablar o acercarse a nosotros y todo cambia.
Nota Importante: Señoras, no importa si nuestros hijos son bebés, pubertos, adolescentes o casi adultos, ellos necesitan saber que los amamos más allá de sus logros o fracasos y que no necesitan hacer nada “especial” o extraordinario para captar nuestra atención. Platica, escucha, juega, abraza, guía, ayuda, disciplina, enseña pero sobre todo ama… sin condiciones.
Teté Moctezuma, una mamá aprendiendo #Fueraculpas
Deja una respuesta