¡Ay!, ¡pero tan lindo cuerpo que tenía!, ¿qué le pasó?. Frases como éstas hacen que alguien se sienta vulnerable ante su propia imagen y créanme que si vienen de tus propios pensamientos, es peor.
Creo que todas en algún punto en el tiempo, hemos pasado por esta situación; Yo fui aquella jovencita de cuerpo delgado, que celebraba a nombre de su buena genética y metabolismo, sin embargo un día los cambios físicos llegaron: Tengo 42 años tuve 4 embarazos, tres hijos, tratamientos hormonales, mi cuerpo cambió muchísimo. Confieso que he tenido momentos de inseguridad en donde he tratado de “disfrazar” mi figura y otros momentos de aceptación en donde los cambios en mi cuerpo realmente no me quitan el sueño, pero de pronto se ponen los días grises de tanto ver en redes sociales a señoras de cuerpos marcados y atuendos perfectos mostrando un estilo de vida que no puedo (o no quiero) seguir…y así la batalla continúa.
Ha sido un proceso lento y terapéutico, aún me encuentro ajustando hábitos, aunque no parezca sigo ejercitarme y lo más importante sigo trabajando en mis pensamientos, trato de no aferrarme a lo negativo. ¿Qué sí llegan los sentimientos obscuros? ¡Por supuesto que sí! , todo el mundo los tiene, pero no voy a dejar que eso gobierne mi vida…soy feliz y estoy disfrutando lo que veo en el espejo. #EstoEsLoQueHay#YoSoyBonitaAsi

Deja una respuesta