Soy María, hija, madre, esposa, profesionista y desde que renuncié a mi trabajo en oficina, me convertí en una mamá bloguera. En este espacio me gusta abrir parte de mi vida y mi maternidad, no solo con su lado lindo y dulce, sino también me gusta mostrar cuando el humor y el sarcasmo rescatan los días grises de soledad y cansancio. Me gusta compartir información y consejos sobre temáticas en los que puedo generar valor y estoy muy agradecida por tener una comunidad tan activa de mujeres y mamás entre mi audiencia.
Detrás de este blog, existe un proceso de organización y planeación, un calendario editorial, borradores, revisión de estadísticas, evaluación de contenidos y análisis para buscar la manera de rentabilizarlo, porque aunque para muchos esto pueda ser un bello “hobbie”, también para otros existe una necesidad real de generar ingresos ya sea para el apoyo de sus familias o para sustentar el propio proyecto.
No soy una mamá bloguera que escribe para conseguir cosas gratis. No me malinterpreten, claro que he trabajado para apoyar a otras mamás con sus proyectos de emprendimiento (#SeamosAliadas), claro que he sido afortunada por estar cobijada de empresas mexicanas que han creído en mi proyecto y claro, (no niego) que me encantaría que más marcas voltearan a ver para acá …. pero siempre lo he hecho desde un punto de vista objetivo y real, alineado a mi propio sistema de valores y creencias, con el cual no pienso ceder.
¿Por qué te quiero contar esto? Bueno, estoy un poco abrumada por una serie de comentarios que he leído sobre el papel de las mamás blogueras-instagramers-influencers y ciertos contenidos en los que se ponen en duda sus motivos e integridad…y bueno sin colgar «medallitas», ni apuntar con el dedo hacia algún lado, puedo decirte como son las cosas: No siempre los regalos o las propuestas de trabajo y colaboración corresponden a algo que vaya con nuestro estilo de vida o crianza y es aquí en donde tenemos un gran COMPROMISO de utilizar nuestra plataforma de una manera RESPONSABLE, CONGRUENTE y HONESTA e impactar positivamente y respetuosamente a nuestra audiencia
Tenemos que ser coherentes con nuestros contenidos, cuidadosos con las opiniones que divulgamos, respetuosos hacia el conocimiento y valor de otras profesiones (#NoSomosTodólogos) y apelar a un círculo virtuoso y ético entre colegas-marcas y audiencia. Por último, y siempre se los digo seamos conscientes del tipo de contenido que consumimos en las redes: ¿Te entretiene?, ¿te educa? ¿te informa?, ¿te inspira?, ¿te da valor? …
Una vez les dije, soy una orgullosa mamá que escribe en un blog, que tiene sus redes sociales para conectar y hacer comunidad. No me considero una “influencer” (en esa concepción rara y gastada de la palabra). Soy una mamá normal que se encuentra en un proceso continuo de aprendizaje y construcción, que escribo y comparto porque quizá alguien se pueda sentir identificada…y me encanta que me acompañes en el camino.
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