Y de pronto la puerta de la recámara que siempre estuvo abierta, hoy está a medio cerrar, hemos entrado a un nuevo y desconocido territorio llamado adolescencia.
Mi niño, mi chiquito de ojos risueños se ha transformado. Hoy es más callado y solitario y me pregunto ¿estoy haciendo las cosas bien?, ¿nos estamos comunicando lo suficiente? ¿le pido mucho por ser el mayor o soy demasiado relajada y está mal intentar ser la mamá “cool” que quiere ser amiga de su hijo?
Hay hormonas y cambio de humor de ambos bandos, nos esforzamos, estamos presentes, queremos aprender, nadie nos ha dicho cuáles son las nuevas reglas…
¿Cómo les ha ido a ustedes en esta etapa y la comunicación con sus hijos?
Foto chueca tomada en el momento exacto por mi beba. No importa el cabello enmarañado o la cama desatendida…ella captó todo lo que sentimos su hermano y yo. Me gustó y se las comparto.
#Maternidadareal
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