“No hay peor enemigo de una mujer, que otra mujer”
Esta frase la he traído en la mente desde la semana pasada en donde jugando con mis hijos, me sentí “vulnerable” por miradas malintencionadas a mi aspecto físico.
No es la primera vez que me siento analizada, criticada o juzgada por como luzco; Tengo 41, tres hijos y ahora mi cuerpo es “diferente” a cómo solía ser. Quizá ahora mi cuerpo es más grande, con más “curvas” o con piel floja, con marcas y cicatrices, ¿por eso debo estar sentada sin disfrutar mi maternidad? ¿por eso te crees con el “derecho” a señalarme y hablar de mi?
Te recuerdo, esta persona que críticas por jugar, brincar y disfrutar a sus hijos es mucho más que un cuerpo. Te encuentras juzgando el valor de una persona por como se ve físicamente y te tengo una noticia, no necesito tus comentarios.
No necesito tus juicios….
Estoy tratando de estar en paz conmigo y quizá no pueda controlar lo que pienses de mí, pero si puedo trabajar en transformar mis reacciones en un proceso de amor propio y auto aceptación.
Gracias, goza también tu vida.
María Moctezuma #MamáBloguera
Una mamá imperfecta, valemadrista y real
Deja una respuesta